Miraba tu rostro duro fijo en aquel follaje.De repente tus ojos se clavaron en los mios..tus palabras comenzaron a fluir y yo sòlo esperaba q solo una hablara de mi. Tomaste mi mano y tu suspiro agraciado se lleno de mi alma.Tratè de que la comuniòn no fuera efìmera...en vano. Saborèe la decepciòn,una vez mas,y lo notaste.Tu compasiòn infinita cubriò mis heridas,te disculpaste mientras tus manos,de un blanco glaciar,tomaban mi rostro haciendo inevitable que nuestras miradas se encuentren. La luz particularmente azul de esa noche de vernao,te daban una belleza celestial. Te convertiste nuevamente en mi musa y en mi verdugo.Sos la guillotina que acaricia con violencia mi nuca,sos el sabor agridulce a un final.. Sos la eternidad por la que cada dia me despierto,sos el sentimiento de encuentro que ha quedado impregnado en mi carne,Sos el momento en el que me paro suicidamente frente al abismo y decido esperarte..Simplemente acariciar la espera..
K.
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