domingo, 11 de abril de 2010

Incontinuidad

Trato de recordar,la conversaciòn que tuve conmigo mismo ayer..Si.En cierto modo es poner el dedo en la yaga,es un acto consciente de masoquismo amoroso.Pero sè que es necesario pensar en esta historia para tratar de comprender tus reacciones,y mis acciones.
Cuando me necesitaste,cuando vagabas solitaria por el tùnel de la inercia,cuando vestias con velos de tristeza del cual resaltaban tus ojos y tus làgrimas...t Ofrecì mi mano,te ofrendè mi calma oculta,sequè con los retazos de mi alma el dolor chorreante de tus orillas.
Me asombrè como un niño,al notar humanidad debajo de tu màscara.
Me sonreìste mientras parecìa que tu tormenta se detenìa,y yo simple servidor de tus deseos,Inundè mi ilusiòn con tu risa,con tu mirada, con el tacto càlido de tu piel,sobre mi carne.Me aferro y me aterro de tu recuerdo.
Ahora es todo tan abstracto.Volviste a tu màscara,a tus velos cambiantes,a dejarte envolver por tu tormenta eternamente interna y a tirar con displicencia los retazos fervientes de mi alma, en un lugar donde sòlo habitan tus sombras.

L.

No hay comentarios: