domingo, 30 de mayo de 2010

Ahogada en dolor...






Me paré sobre la sombra que producía ese gran árbol,el frío era descomunal.



Sentía a lo lejos la risa de mis amigos y esos comentarios de niños que solo entre nosotros comprendíamos.



Mis piernas comenzaron a sentir el peso de las horas pasadas.Decidí sentarme en el piso cubierto por un rocío helado,mientras nuevamente del cielo se desprendían pequeños copos de nieve.



Creo q fue Erica quien gritó de alegría y de ese primero,surgieron otros y otros..que podía oír desde mi lejanía..



Fue en ese momento en el que sentí que la felicidad es un veneno,porque el estar feliz te convierte en egoísta..no se puede pensar en la tristeza ajena,por miedo de perder el regocijo propio..



Ellos estaban felices,y no podían preocuparse por mi,y dentro de todo,lo acepté,porque siempre fuí asi:siempre preferí la felicidad de ellos,a la mia...



Por eso me levanté y me acerqué a la orilla,donde la espuma apenas tocaba mis pies,inertes del frío..Y permanecì ahí,peleando con mis pensamientos y mis propios fantasmas..






Él apareció de repente y sin decir una palabra,se sentò a mi lado y tomó con dulzura mi mano..No había nada para decir,porque-creo-que él siempre sabía que cruzaba por mi mente.



De repente, un suspiro cortó la calma y el silencio huyó por la puerta de atrás.



Nos miramos fijamente.



Sentía mi mirada sumerjida en lágrimas,y la suya,dulce reflejo de un alma perdida,supo compadecerse de mis sentimientos,poco claros..



Su mano soltó la mia,y el miedo ocupó todo sitio de mi ser.Con su índice acarició mi rostro..y susurró dulcemente palabras que hoy me devuelven vibraciones extrañas,casi pánico por el hecho de que me recuerdan que no hay nada mas triste que un recuerdo feliz...






Me abrazó con todas sus fuerzas y yo simplemente,me hundí sobre su pecho,mientras las lágrimas no cesaban..






Ese día quedó grabado a fuego en mi piel y en mi alma..



Y el día que él se fue,pensé en todos estos momentos...






Pude volver al lugar,supongo que sólo porque alguien sostenía mi mano...y Juro que casi pude vernos a los dos,como tendría que haber sido siempre..pero ¿Quién comprende el destino?



yo no lo hago,no puedo...y quizás no tengo ni tendré lo que se necesita para hacerlo..solo tengo estas palabras que se confunden en mi,y solo regalo esta pena a aquel que quiera aceptarla...






Te extraño demasiado






K.












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